Cómo se empieza a transformar el mercado de los viajes en Argentina a partir de las aerolíneas con servicios “low cost”. Consejos para tener en cuenta.

Hay dos palabras de moda en el mundo del turismo argentino: “low cost”. Y también hay mucha confusión, con más interrogantes que certezas, por encontrarnos ante una inminente transformación del mercado. Vayamos por partes.

El primer paso lo dio SKY Airline el 16 de marzo pasado. La compañía chilena implementó definitivamente el modelo “low cost”, comenzando a cobrar por el equipaje despachado, la elección de asiento y mascotas en cabina, entre otros servicios adicionales que los pasajeros pueden contratar según sus necesidades. Desde enero, la aerolínea venía anunciando este cambio con la campaña “La nueva forma de volar”, siendo la culminación de un proceso que empezó hace dos años.

Con dos tipos de tarifas (light y plus) y la posibilidad de cambiar de fecha o ruta sin penalidad hasta 3 horas antes del vuelo, “los valores del ticket dependerán de la cantidad de servicios que el cliente desee adquirir y el tiempo de anticipación.

La tarifa light incluye una maleta de mano de 10 kg., asiento aleatorio, un artículo personal y un abrigo. En cambio, la tarifa plus contempla una maleta de mano de 10 kg., la elección de un asiento estándar, un artículo personal, un abrigo y un equipaje en bodega de 23 kg. En cuanto al precio de los servicios adicionales, el modelo “low cost” premia la anticipación: si decidimos despachar una valija en el momento de comprar el pasaje vía web, tendrá un valor de US$ 16, mientras que si la concretamos en el aeropuerto costará US$ 40. En el caso del equipaje deportivo o de un instrumento musical será de US$ 32 en la primera instancia y de US$ 50 a último momento.

El segundo gran paso lo dio Level, la nueva aerolínea modelo “low cost” del grupo IAG (International Airlines Group) y la quinta marca en sumarse a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus. Pocas horas después del furor que había desatado SKY, el 17 de marzo salieron a la venta en nuestro país los primeros boletos de Level, que operará 3 vuelos semanales entre Buenos Aires y Barcelona a partir del 17 de junio. Con aviones A330-200 y capacidad para 293 asientos en clase Turista y 21 en Turista Premium (sin Business), Level agotó enseguida los tickets desde 249 euros por trayecto (incluso, hubo pasajeros con buenos reflejos que llegaron a conseguir ambos tramos por $ 5.400).

 

¿”Low cost” o vuelo económico?

Aunque el precio del vuelo es lo primero que tiene en cuenta la mayoría cuando compra un pasaje (al punto que, si el viajero cuenta con cierta flexibilidad, decidirá la fecha y el destino en base a la tarifa), es importante diferenciar entre una compañía que ofrece servicio “low cost” y una aerolínea que vende un vuelo económico.

Mucho se viene hablando de este tema desde la semana pasada, cuando el Gobierno nacional decidió oficializar la concesión de 135 nuevas rutas por 15 años y la autorización a operar en algunas de ellas a tres líneas aéreas: American Jet, Andes y Alas del Sur. Pero la única aerolínea con servicio “low cost” mencionada fue una cuarta, Fly Bondi, que podrá sumarse si completa la documentación técnica sobre sus aeronaves.

Por eso, volvemos al punto de partida: una oferta o una promoción especial por parte de una línea aérea nada tienen que ver con las empresas que solamente permiten llevar un bolso de mano, un objeto personal -como la cartera- y un abrigo con la compra del boleto, cobrando aparte el equipaje despachado, la elección del asiento, la comida a bordo y, en algunos casos, hasta el entretenimiento.

Con esta información, será más fácil considerar los aspectos más convenientes de las “low cost” y las desventajas. Aquí, enumeramos algunos pros y contras.

 

Ventajas

Los pasajes pueden llegar a costar hasta un tercio de la tarifa en una compañía tradicional. Por supuesto, se consideran “adicionales” o “extras” todos los servicios que no sean el vuelo en sí y el equipaje de mano, cuyo peso y medidas varían según la aerolínea y se miden de forma estricta.

Los precios no cambian demasiado entre las temporadas. Es decir, los viajeros podrán encontrar vuelos baratos en cualquier época del año.

Los vuelos son directos, sin escalas.

El tiempo es oro en las aerolíneas “low cost”, por lo que los aviones suelen salir muy puntuales.

Los pasajeros tienen que subir y bajar mucho más rápido que en las compañías tradicionales.

Al seguir en las redes a este tipo de aerolíneas, nos iremos enterando de tarifas más ventajosas aún y de tips para volar (por ejemplo, llevar los pasajes impresos, averiguar si la aerolínea en la que volamos acepta los carry on como equipaje de mano, etc.).

 

Desventajas

Algunas veces, el dinero que ahorramos en los pasajes aéreos lo terminamos pagando en comidas a bordo, valijas despachadas en bodega y/o exceso de equipaje.

Como las aerolíneas “low cost” transportan más cantidad de pasajeros en la clase Económica, se viaja más apretado y en asientos que casi no se reclinan.

La anticipación también es un factor a tener en cuenta en las “low cost”. Con excepción de ofertas puntuales, la mayoría de los vuelos largos son más baratos si se compran con antelación.

Muchas veces estas compañías usan aeropuertos secundarios o llegan a localidades que se encuentran en las afueras de las grandes ciudades. Tener cuidado con los costos que pueden significar los traslados.

 

 

Fuente: Clarín Viajes